Esta exposición reúne cinco décadas de pinturas trascendentales de Robert Ryman. Desde la década de 1950, las composiciones de este artista se identifican y caracterizan por sus superficies acromáticas. Ryman, quien posee una profunda conciencia de sus materiales y sus posibilidades, ha descrito su práctica estética como un “desafío” para “hacer que las cosas sucedan” con la pintura.