Con la instalación del artista tailandés Rirkrit Tiravanija en la plaza del Museo Jumex, se pretende crear un vínculo entre la obra y el espectador, transformando su espacio más público en un sitio activo, donde los visitantes no son observadores pasivos sino participantes de un encuentro. El museo pasa de ser un lugar cerrado a un espacio social que puede ser habitado de manera lúdica, donde el arte se encuentra en el campo del juego y el azar.